¿Por qué no me escribes?

¿Por qué no me escribes?
¿Por qué yo estoy llena de luchas internas
por ti que compiten cien veces al día?
No lo merezco.

Maldigo al corazón,
porque sólo sabe darme problemas
sin solución porque incluso las incógnitas guardan tu nombre
para que no te vea.

No sé qué destino esconden tus manos
pero no quiero perderme en ellas
si no me vas a enseñar los caminos
y no voy a saber dar la vuelta.

En este abismo que es mi vida siempre espero,
a algo que no llega,
a alguien que no vuelve,
dime entonces si no vas a venir.

Si no te interesa mi vida,
ni mis gestos,
ni mi inexperiencia.

¿Por qué no me escribes?
Siento que me muero porque no lo haces,
y cuando lo hacemos me muero un poco más.

Siento que yo siempre voy a querer de más
y a mí siempre me van a querer de menos.
Pero de menos en número negativo...
O que ni existe.

Siento que sé que tengo corazón
porque me funciona de pena. O por pena.
Yo ya no sé.

Estoy colgada de ti
y tiro de ti queriendo enredarme,
pero no eres tú quien tira
y por eso se rompe el cable.

¿Por qué no me escribes?
¿Por qué no lo haces?
¿Dónde te has dejado las ganas?

Si quieres voy a buscarlas,
y de mientras me prometes
que no me vas a curar de esta ridícula
y absurda obsesión por este amor que me mata.

Porque ojalá nunca lo hagas,
aunque me duela.

Porque te siento con este corazón que siempre está esperando
a todo lo que vuela y suena.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.