No tendremos nada más.
No sonrías así, por favor, no lo hagas. No sonrías así que me pierdo, al menos no cuando esté cerca porque después no sabré volver. He ido caminando hacia ti en línea recta, pero El Principito tenía razón, no he llegado muy lejos; lo más cerca a la barrera que separa nuestros cuerpos. No he encontrado el centro de tu corazón ni el pasillo de estrellas al que conducen tu ojos, ni siquiera esa pasarela de madera sacudida por las olas del mar que hay al finalizar tus brazos. Sí, en tus manos, que podrían haberme llevado a cualquier otra parte si hubieras decidido ser valiente, dejarte llevar por el pecho y hubieras salido a buscarme. Y eso que creí que en alguna ocasión serías capaz de correr detrás de mí y cogerme del brazo, de decirme "espera" o nombrarme a gritos para que me diese la vuelta. Y eso que también creí que no volvería a verte, y algunas veces algunas calles ayudaron, y nos llevaron a encontrarnos y a siempre querer verte más. Y aunque sé