Miedo a perder el corazón.
Me gustan los días grises y estar un poco triste cuando no estás tú. Me gustan las tormentas aunque a veces me aterran. Me dan miedo sus relámpagos, sus gritos estridentes y el eco que impide que se escuche mi voz. Me gusta recordarte y sentirte cálido en mi pecho, latente desfilando por mis venas sin dirección. Me gusta echarte de menos y no me gusta beber café si no tiene el mismo color que tus ojos. Me gusta sentirte aunque me duela, porque no le tengo miedo al dolor. No tuve miedo a perderte y lo hice. Y entonces, me entraron los miedos. Ahora me aterra perder lo que siento por ti, incluso me aterra querer hacerlo. Me da miedo quedarme vacía, tanto de ojos como de corazón. Tengo miedo a dejar de escribirte en todas las paredes de mi mente, me da miedo recordar tu nombre y no notar pinchazos. Me da miedo que no me importe deshacer nuestros lazos. Tengo miedo de perderte en cualquier renglón, o en cualquier esquina doblada de libro y