Como si fueras a venir.
Con el paso de los años me he dado cuenta de que hay personas que no son horas, ni tampoco días por mucho que queramos. Solía confundirme con los días por bailar sobre las hojas del calendario. Solía llevar la cuenta, seguir la cuenta atrás hasta ti porque eras día, y pensaba que ibas a venir. Pensaba que de alguna manera vendrías a mí. Pensaba que ese día, por ser tú, aparecerías. Hoy es tu día, hoy eres tú, y sé que no vas a venir. Te anclé a una hora tanto de mañana como de madrugada, te anclé a ella e incluso paré mi reloj en ese instante cuando murió para que te quedaras para siempre a mi lado. Pero no eres ninguna hora, ni siquiera fecha. Las horas son horas; las fechas, simples fechas. Tú no tienes nada que ver con ellas. Si has aparecido otras veces, sólo fue casualidad. Y benditas las casualidades, sí... Y qué jodidas también. Me estás inflando el corazón y de un momento a otro siento que va a explotar, y lo va a ensuciar todo de amor. Del que lleva t