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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Vida.

Me hubiera muerto contigo y te hubiera acompañado en la muerte si hubiese sabido que me estabas abandonando en la vida. Porque vida sin ti no es vivir.

Algo triste.

Quería decir algo triste. Algo triste, como por ejemplo, que la noche está oscura y tú no existes. Más o menos; aunque más menos que más. Algo triste como que me duelen las comisuras de los labios y no eres tú el motivo, o como que me estoy partiendo el alma a pedazos por escribirte líneas sin sentido, acabadas en puntos que no van a marcar tu piel. Algo triste como que me duele escribirte porque cada letra es un disparo, y el sonido de unas manos bailando en un teclado es un suicidio para quien escribe las líneas que irán a su dueño a morir en sus manos, al darse cuenta de que éste no las va a leer. Algo triste como que te quiero en todas las formas, ya sean cuadradas o rectangulares. Incluso si fueras circular, para así poder rodearte con mis brazos. Algo triste como que ya no te miro a los ojos para no quedarme fijada con superglue y atada de pies y manos. Quería decir algo triste, como que no me vas a leer. Como que ya no quiero escribirte. Como que donde a

Tenías que volver para marcharte (Segunda fase).

Tenías que volver a ser como aquella canción que salta al instante en formato aleatorio un día cualquiera, en el momento menos idóneo. Como esa sonrisa que te deja traspuesta o ese guiño del chico que te gusta aun sabiendo que tú a él no. Como esa sacudida de aire frío en toda la cara al oír en el parte meteorológico que no habría peligro por fuertes vientos. Y tenías que volver, para volverte a marchar; dejándome con las palabras al borde del suicidio en el precipicio de mis labios, colgándose y ahorcándose en mi lengua. Y a mí dejándome inestable con las ganas que te tengo. Como esas manos  que juegan y tocan sin cesar en la cabeza del psicótico, maníaco, que le impiden sacárselas aun cambiando de cerebro. Tenías que volver para recordarme que eres canción. Música e imprevisible como tú solo sabes. Como un huracán, arrasando todo tras su paso, hasta mis sentimientos. Hasta mis emociones. Y ahora sé que algún huracán llevará tu nombre aunque ninguno de los d