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Mostrando entradas de febrero, 2015

Cerezos en flor.

Soy un caos hecho persona, no me peino todos los días ni tampoco me maquillo. No suelo llevar vestidos, sólo me sientan bien dos o tres. No tengo las manos bonitas, se me cortan con el frío y a veces me sangran los dedos por arrancarme trozos de piel. Soy un manojo de nervios y vivo en la constante duda del no sé. Soy algo alocada, soñadora y taciturna. El trozo de pan que nadie quiere morder. Tengo un secreto en los ojos y es de color verde, me gusta mi sonrisa y a veces se me afloja la risa con cualquier estupidez. Con el tiempo, me he encerrado dentro de mí misma y me he acostumbrado a estar mejor así que con el resto. Es por eso que cuando salgo al mundo y veo que todo sigue igual, me entristezco pensando que nunca va a cambiar. En mi cabeza siempre suena una canción y cuando en mis oídos suena alguna, siento el ritmo en mis pies, en mis manos y en mi cuello. Soy una caja de Pandora y siempre sabrás lo que yo crea que necesites saber. Sueño

Lo que late por inercia y revolotea sin razón.

Hay canciones que tienen partes de personas y todas las que me gustan tienen un trozo de ti. Algunas tienen tus manos, otras tus labios, otras tus ojos. Mi canción favorita eres tú porque estás entero y no en trozos. Suenan los primeros acordes y provocas que circule un escalofrío por todo mi ser. Suenan tus primeros acordes, el batería empieza a chocar sus dos baquetas y el cantante pronuncia con los labios pegados al micrófono "un, dos, tres..." Se me eriza el vello y empiezas a sonar. Duras tres minutos y treinta y cinco segundos contados de reloj. Y cuando te acabas, sacudes mi vida por completo. Arrasas conmigo y es difícil olvidar tu mirada entre tantos ojos similares sin mirarme con detenimiento. Pero más difícil es olvidar unas palabras que se te grabaron a fuego en los huesos. Las palabras que componen tu estribillo y le dan la forma de tu cuerpo a tu canción. Hay quien desnuda con la mirada y quien lo hace con caricias a travé

Elijo no elegirte a ti.

"Te conozco en formato susurro  y le bajo el volumen al mundo tan sólo para escucharte." Dicen que la felicidad es actitud y a mí me ha gustado demasiado tiempo estar triste. Es algo que no se va por mucho que respires muy fuerte. Una vez se introduce dentro de ti, se pega por dentro, se convierte en una enfermedad crónica y todos los esfuerzos son en vano. Siempre gana la tristeza. Las batallas me ganan, las tormentas también. La mala suerte se ríe de mí. Nadie me quiere quitar los miedos y tengo muchos. Tantos como estrellas hay en el Universo. Me falta espíritu y me sobran precipicios. Nunca estuvimos conformes con lo que tuvimos y ahora estamos igual. Un día te voy a respirar tan fuerte que de verdad te vas a ir. Y de verdad quiero que te vayas, para que dentro de un tiempo quieras volver y yo ya no esté aquí. Derribé mis murallas por ti, te dejé entrar porque hacías temblar mis cimientos. Eras un huracán. Me quedé al descubierto

Rey sol.

"Sus ojos tristes hablaban,  su boca callaba a  todas las palabras  y sus labios eran  las murallas  que protegieron una vez  su  desdichado corazón. Sus ojos tristes eran de  color  café.  Su cafeína  no me causaba  insomnio,  sino soñar  con él .  El viento s oplaba  mientras él me tendía su mano,  sonreía  y me enseñaba sus dientes de león . " Descubrí que al final las personas que ya no estaban, no me podían salvar. Tardé más tiempo en comprender que tú no estabas y tampoco pensabas volver. Tardé tanto que no me he recuperado aún. Me has vuelto loca y en esta locura no encuentro escapatoria. No veo la forma humana de escapar de ti. Mírame, me has dejado así. Ya no sé si lo recuerdas, pero antes estaba entera. Contigo te llevaste un trozo de mí, lo quiero de vuelta. Cuando puedas. Eras alguien corriente, lo sé, pero igual que el agua corriente es necesaria para la vida tú también lo eras en la mía de una forma especial. Siempre has

La pieza.

Eres la pieza (del) rompe-cabezas que me la rompe cada vez que pienso en ti. Posas tus manos en tu guitarra blanca que demuestra la pureza y roja, el color de mi corazón. Las posas y las deslizas y resuenan acordes y los callos de tus dedos se vuelven más suaves. Te vuelves más imposible. La vida está llena de imposibles y yo no puedo con tantos. Ni siquiera puedo contigo. De verdad, te odio. Aunque no es odio lo que me remueve. Son tus mariposas las que me revuelven el estómago y me producen náuseas pretendiendo echarlas por la boca. A veces me disparo para ahuyentarlas, pero no se van... No eres el chico más guapo ni habrías ganado el premio al mejor chico del año. Pero conseguiste llenar mis días de primaveras en invierno y alargabas los veranos y sus madrugadas para no estar tan distanciados, para no echarnos tanto de menos. A veces miro los mapas y nos siento tan cerca, te siento a mi lado en mis manos. Pero miro a la vida y no te tengo ni

Puntos de no retorno.

"A veces no es llegar tarde, a veces es que te apuntan la dirección y hora equivocadas para que no llegues a tiempo.  A veces los  planes  de huida  no dejan  cabos  sueltos.  A veces es mejor nada que un adiós o un hasta luego." De tantas veces que te he escrito, creo al cien por cien que te he vuelto inmortal y parece que ni siquiera veas raro que al cortarte no sangres ni tampoco te salgan heridas de guerra. Tal vez creas que es por ella, por lo feliz que te hace, y prefiero que sigas pensando así. No quiero que sepas que te escribo, no quiero que sepas que soy yo todo el tiempo. Que he sido yo desde el principio, desde el primer momento y tú ya lo has olvidado. ¿Cómo se le llama a recordar frases tuyas que ni siquiera tú recuerdas? Llevo tanto tiempo escribiendo sobre ti y tú sin saberlo que no sé cómo no se te ha llenado la piel de letras o el cuerpo de palabras. No sé cómo no te has convertido en papel, en un folio lleno hasta los

"Encuentra lo que te gusta mirar y míralo."

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Hoy en día los chicos suelen querer llevarse a la cama a las chicas y muchas chicas suelen querer que los chicos las lleven a la cama. Yo no quiero que me quieran llevar a la cama, yo quiero que me quieran llevar de la mano, en las manos, en los labios, a todos lados. Alguien me dijo una vez algo que me marcó, se quedó grabado en mi quinta costilla. Decía así: encuentra lo que te gusta mirar y míralo. Te he encontrado a ti y me gusta mirarte. Me gusta ver cómo bostezas, cómo me sonríes desde la otra parte de la clase mientras el profesor explica y bromea. Y entonces nos miramos y nos reímos. Me gustan esos momentos. Me gusta ver cómo nuestras miradas se cruzan poco a poco, también cómo te tocas el pelo. Me gustaría poder entrelazar mis dedos en tus remolinos hasta que se convirtieran en huracanes y nos despeinasen a los dos. Me gusta ver cómo te tocas la barba porque me encantaría poder acariciarla constantemente. Y besarla y perderme en ella y en tus lab

El materiamorlismo.

Estamos en esas fechas en las que se le pone precio al amor para comprarlo, envolverlo y regalarlo. Y lo venden tan bien, están todos los comercios tan adornados de corazones que parece que el amor sea tangible, y no un intangible como el resto del año se cree. Estamos en esas fechas en las que Cupido trabaja en exceso y se equivoca aún más. Si en San Valentín no recibes un regalo, no eres nadie o eso dicen... Yo sigo siendo la misma, pero eso sólo lo sé yo. Estamos en esas fechas en las que nos volvemos cariñosos de repente, mientras el resto del año somos bordes profundos. Los comercios utilizan el amor para conseguir dinero y después de tantos años, aún algunos creen que el amor, las ilusiones y lo que supone querer a alguien y que alguien te quiera de forma recíproca puede comprarse por cualquier precio. Estamos en esas fechas en las que se cobran los latidos, los besos, los mimos, las caricias y los te quiero. "El día de los enamorados" l

¿Por qué tendrías que esperar...?

"Ojalá ella te pille escribiendo sobre mí,  o pensando en mí aunque sólo sea un segundo. Me debes eso por lo menos. Concédemelo." Vivimos en una sociedad en la que la mayoría de las personas no esperan. Cruzan en rojo por no esperar a que el semáforo se coloree de verde, cierran la ventana por no esperar a que pase el vendaval, sacan el paraguas aunque sólo sea una nube y vaya a dejar de llover en cuestión de segundos. Por no esperar a que deje de llover, desenfundan sus paraguas y caminan seguros a paso ligero. Los relojes adornan las muñecas pero aportan dependencia al tiempo, como si fuera efímero y con el aire en un segundo se pudiera escapar. Si te paras a observar las agujas del reloj, cómo dan un paso al frente cada segundo, el giro de 360 grados al cabo de un minuto y de nuevo volver a empezar... Si te paras a observarlo, te provoca un cierto nerviosismo. Una sensación de agobio, de estar derrochando el tiempo, aquel intangible que no vas a poder recuperar.

Hoy quiero apagar el mundo.

"Si somos dos luces, ¿sabes lo poderosas que somos? ¿En cuántos lugares estamos? ¿Cuántas vidas salvamos? Gracias por ser mi reciprocidad, mi luz." A ti, mi protón favorito, por dejarme bailar a tu alrededor, por dejarme girar y mantenerme en equilibrio, por no dejar que me maree, por inspirarme y no espirarme, no repelernos sino atraernos, por alumbrarme el camino de vuelta a la risa. Por alumbrarme los sueños, abrazarme los miedos, y llenarme los  huecos. Hoy quiero apagar el mundo. Y para apagar el mundo, poco a poco, empiezo cerrando los ojos. Las luces de la ciudad se desenfocan en mi objetivo, en mis pupilas, y empiezan a parpadear hasta apagarse y llenar su lado de oscuridad. Hay luces que nunca se apagan aunque tengamos los ojos cerrados. Son las salidas de emergencia por si algo va mal, por si tenemos miedo. Por si nos entra claustrofobia y tememos a la soledad. Por si queremos ver por última vez la luz solar o hemos renunc

"We could be heroes..."

"Cuánta vida cabe en un ojalá. Cuántos sueños, deseos,  cuánta esperanza e incertidumbre, cuántas lágrimas  y cuántos finales que no han  hecho más que comenzar." Podríamos haber sido héroes, pero tú no quisiste. Me arrebataste el disfraz y se lo regalaste a ella porque preferías salvar la ciudad agarrado de su mano. Y en el fondo lo entiendo, en el fondo del pozo profundo de tus ojos. Lo entiendo, podéis salvar la misma ciudad porque los dos pertenecéis a ella. Nosotros estamos en ciudades diferentes y más lejos que de costumbre, aunque tú de eso no te des cuenta, aunque tú eso hace mucho dejaste de querer saberlo. Pero nosotros podemos hacer cosas que ella contigo no puede, porque nosotros llevamos más tiempo imaginando, viviendo en sueños, salvándonos... Aunque en realidad, creo que sólo te he salvado yo. Tú te has vuelto mi villano, y mejor pesadilla según tú, aunque siempre te he considerado mi mejor sueño. Podemos crear Gotham con tan