Como si allí estuvieras tú.
Aún paso por tu casa y te busco en las ventanas como si tú estuvieras desde dentro buscándome en la calle, observándome, mirándome a la cara. Como si allí estuvieras tú, al otro lado de la puerta, tan cobarde y callado como yo. Con una de las manos acariciando la madera que separa nuestros cuerpos mientras el orgullo nos aleja. Aún paso por tu casa y te busco en las ventanas como si allí estuvieras tú, pero siempre estás sin luz. Y yo avanzo como puedo entre malezas y tinieblas, echando la vista atrás, buscando tus ojos en lo oscuro y que un brillito se te escape y me haga sonreír. Como si estuvieras dentro de tu casa buscándome en la calle, buscándome en el mundo, y fueses tan cobarde que ni salieras a arroparme y tan sólo me miraras desde allí.