Primerísimo primer plano.

Me sigo complicando la vida
contigo porque no sé hacer
otra cosa, si me haces
perder el sentido.

Porque anoche te vi,
en televisión, desde el balcón
de mis ojos.

Y mi corazón se encontraba:
feliz;
y la cámara no te enfocaba.

Enfocaban al cuerpo de Cristo,
pero no a ti,
mientras yo te seguía mirando
serio, elegante y tan guapo.

Con la cara llena de besos
y los ojos llenos de pestañas
que deseo soplar hasta que te quedes
dormido.

Porque anoche te vi,
y he vuelto a soñar contigo,
y esta vez era yo quien te besaba.

Esta vez era yo quien buscaba tu boca
y tú seguías mis pasos;
porque actuabas extraño
y eras valiente para decirme
que querías besarme pero no sabías cómo.

Entonces he despertado
martirizada, después de besarte,
queriendo seguir a tu lado.

Pero ya no estabas;
y en el camino a casa he recordado
tus besos en mi mejilla
que parecen bombas de pasión y ganas.

Y en el camino a casa
he venido pensando en tus ojos,
que a veces cuando estás serio
parecen tristes.

Y yo no quiero verte triste
porque sé que podría alegrarte la vida;
y es que tan sólo quiero ver en tu boca
la sonrisa que te enganchó a mi pecho.

Y es que ojalá no me dieras motivos
para seguir enganchada a ti,
pero lo haces, y como un cobarde
te marchas.

Y yo sé bien que me estoy complicando la vida,
contigo, pero no sé no hacerlo
porque me llenas de ganas, inexplicablemente,
y aunque diga que no, sé bien el porqué.

Porque anoche te vi,
y el corazón sigue apuñalado por más flechas
aunque tú no quieras que te explique
el motivo.

Porque me alteras la sangre con tan sólo una mirada
aunque no me mires;
y aunque la cámara no te enfocase anoche,
yo te seguía viendo.

Para mí siempre serás,
al menos todo el tiempo que me dure esto de quererte,
mi primerísimo primer plano.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.