Elijo no elegirte a ti.

"Te conozco en formato susurro 
y le bajo el volumen al mundo tan sólo
para escucharte."

Dicen que la felicidad es actitud
y a mí me ha gustado demasiado tiempo
estar triste.

Es algo que no se va por mucho que
respires muy fuerte. Una vez se introduce
dentro de ti, se pega por dentro,
se convierte en una enfermedad crónica
y todos los esfuerzos son en vano.
Siempre gana la tristeza.

Las batallas me ganan,
las tormentas también.
La mala suerte se ríe de mí.

Nadie me quiere quitar los miedos
y tengo muchos. Tantos como estrellas
hay en el Universo.

Me falta espíritu y me sobran
precipicios. Nunca estuvimos
conformes con lo que tuvimos
y ahora estamos igual.

Un día te voy a respirar tan fuerte
que de verdad te vas a ir.

Y de verdad quiero que te vayas,
para que dentro de un tiempo quieras
volver y yo ya no esté aquí.

Derribé mis murallas por ti,
te dejé entrar porque hacías temblar
mis cimientos. Eras un huracán.

Me quedé al descubierto
con los ladrillos todos derribados
en el suelo para que pudieras verme
por dentro y estar dentro de mí.

Dejé que me tocara el sol
y que me vieran otros,
pero ellos no me veían como tú
y tú ya no me veías a mí.

Me he alejado tanto de vivir
la vida que ya no sé si la estoy
viviendo. No sé si la amo o la odio,
pero elijo no elegirla.

También elijo no elegirte a ti.

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