No fue suficiente.

Desde aquí, desde mi casa,
puedo escuchar los sonidos de las
atracciones de la feria, ver el vestido de luces
de la noria y la luna entre las nubes de tormenta.

Puedo escuchar los gritos de los turistas derrochando adrenalina,
puedo oír sus risas y el eco de las nuestras del pasado.

Puedo sentirte en mi corazón, bombardeándolo.
Declarándome un golpe de Estado, como la tarde que fuimos al faro
y nuestros labios dejaron de ser vírgenes para hacerse amantes del diablo.

Mira que se nos daba mal bailar por separado,
pero juntos habríamos ganado cualquier concurso de baile.
Tus manos estaban hechas para estar posadas sobre mi cuerpo,
mis pies a la medida para ser ágiles y pequeños.

Aquella noche conquistamos el mundo sin levantar los pies del suelo.
Entre las sombras éramos uno, y ahora sólo quedan recuerdos.

Nos recuerdo valientes, gemelos, eternos.
Y no entiendo cómo ha podido separarnos tanto el paso del tiempo.

A veces me llueve en la nuca y las gotas me patinan por el cuello
como si mi cuerpo fuera una pista de patinaje sobre hielo.
A veces creo que eres tú dándome besos,
pero son sólo las ausencias de los momentos.

Aquella noche no había ni una sola estrella en todo el firmamento
porque todas y cada una de ellas se habían mudado a tu cuerpo.
Brillabas como un diamante y habrías sido la razón por la que
Holly habría abandonado Tiffany's, para desayunar cada mañana a tu lado.

Poco a poco, a medida que se desvanecen los recuerdos como el humo,
me doy cuenta de que nada de eso ha existido.
He soñado contigo tantas veces que a veces creo que te he vivido.

Aquel día no existió. Nada ha existido entre los dos...
Yo no existo y tú no existes.
Pudimos haber sido todo y el todo en nada se quedó.

El que nadó por nosotros, murió.
Se le encharcaron los pulmones
Se ahogó por ti y por mí; y en su lugar nos ahogamos.
Pero la orquesta no dejó de sonar hasta que no nos marchamos.

Y aun así, seguimos vivos;
y sé que el olvido es necesario.

Pero si yo no puedo contigo, menos puedo sin ti.
Me has derrotado.

Casi te tuve, casi. Y aunque el casi sea algo,
me sabe amargo.

Casi te tuve a ti, casi.
Pero eso nunca habría sido suficiente para ambos.

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