No andamos muy lejos.
No andamos muy lejos,
se escuchan risas en el eco
y también se escuchan llantos.
La tierra que nos vio nacer
se derrumba tras tus pasos
mientras caminas descalzo,
a paso lento, derrotado.
La tierra, mientras, se va secando
y agrietando y desenlazando.
Eres la luz que se va apagando.
Eres burbujas de agua minúsculas
que se van marchando.
Mantenías a la vida fértil con tus ojos
diminutos y ahora te estás marchando;
cansado de tener el corazón tan grande,
cansado de que unos nada y otros tanto.
Ahora te estás marchando igual que aquellos
que mantenían tu vida en lo alto
y un día te soltaron la mano.
Aquellos que un día te pusieron muros
pero no lo suficientemente altos,
y los saltaste y lo abarcaste todo;
pero te diste cuenta de que te faltaban manos,
porque a veces pasa,
como la vida mientras te quedas esperando.
Te escucho decir que quienes quisieron estar,
estén y quienes no quisieron, que se marchen.
En tu mirada el vacío denota cansancio.
Nosotros ya no andamos muy lejos,
también nos estamos marchando.
Parece que ya no somos los mismos,
o que ya estamos demasiado cansados
para sonreírle a la vida o seguir soñando.
Siempre volviendo a donde fuimos tristes
por ser el único lugar que nos consuela
y nos mantiene a salvo.
se escuchan risas en el eco
y también se escuchan llantos.
La tierra que nos vio nacer
se derrumba tras tus pasos
mientras caminas descalzo,
a paso lento, derrotado.
La tierra, mientras, se va secando
y agrietando y desenlazando.
Eres la luz que se va apagando.
Eres burbujas de agua minúsculas
que se van marchando.
Mantenías a la vida fértil con tus ojos
diminutos y ahora te estás marchando;
cansado de tener el corazón tan grande,
cansado de que unos nada y otros tanto.
Ahora te estás marchando igual que aquellos
que mantenían tu vida en lo alto
y un día te soltaron la mano.
Aquellos que un día te pusieron muros
pero no lo suficientemente altos,
y los saltaste y lo abarcaste todo;
pero te diste cuenta de que te faltaban manos,
porque a veces pasa,
como la vida mientras te quedas esperando.
Te escucho decir que quienes quisieron estar,
estén y quienes no quisieron, que se marchen.
En tu mirada el vacío denota cansancio.
Nosotros ya no andamos muy lejos,
también nos estamos marchando.
Parece que ya no somos los mismos,
o que ya estamos demasiado cansados
para sonreírle a la vida o seguir soñando.
Siempre volviendo a donde fuimos tristes
por ser el único lugar que nos consuela
y nos mantiene a salvo.
Comentarios
Publicar un comentario