Dos verdades: no me lees y no me he ido.

"Te leo", me dices,
como si realmente supieras
todo lo que te escribo.

Pero desconoces que he escrito sobre
tus manos, tus labios, tus ojos
e incluso tu signo del zodiaco.

Desconoces que me duelen las manos
de escribirte y la cabeza de pensarte tanto.

Desconoces que cada vez que me escribes,
escribo porque son tus palabras el viento
que hace volar mi cometa.

Son tus palabras el agua que me hace brotar
desde el suelo, el salto a la luz,
una bengala en una isla desierta
y el salvavidas cuando el barco está hundido.

Pienso que no te haces idea de cuánto te escribo
y he pensado en la posibilidad de algún día leerte bajito al oído
todo lo que cada día en mi habitación mis manos callan a gritos.

Entonces mientes.
Porque la única verdad es esta: No me lees.
Y yo aquí sigo.

No me conoces ni te interesa,
te basta con lo que ves por fuera,
desconociendo que por dentro hay caminos,
ríos, molinos de viento, playas, puentes,
e incluso bosques de eucalipto.

Pero no quieres saber y no te juzgo.
No quieres ver a través de mí,
prefieres verte reflejado en los cristales de mis gafas.
Tampoco nadie ha querido hacerlo antes de ti.
Y pedírtelo a ti quizá sería demasiado.

Si tan sólo supieras que me embriagas
cada vez que te veo sonreír y reír -que no es lo mismo-.
Cada vez que te veo feliz y te imagino dormido.
Cada vez que me rozas y colocas entre tus mejillas,
cada vez que me arropas con tu barba de vikingo
y me endulzas la boca con la miel de tus ojos, luceros infinitos...

Si tan sólo supieras que esta es la única
manera que tengo de decir todo lo que me provocas,
de deshacer todos mis líos...
Si tan sólo supieras todo lo que te escribo...,
empezarías a quererme o me tomarías por desequilibrada,
desconociendo que tú eres mi equilibrio.

Y si tan sólo supieras que mi psicólogo son mis manos
ante un folio en blanco a punto de escribir...
Porque no te lo puedo contar al oído...

Entonces mientes y yo no desvarío.
Tan sólo hay dos verdades: en el fondo no me lees
y en el fondo no me he ido.

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