Me encantás.

Me parece un crimen que llevemos
tanto tiempo sin mirarnos
y tu mirada no sea una autopista
vacía que busca mis pasos.

Porque mis ojos son un lugar perdido,
deshabitado,
que buscan en tu boca
un hostal de carretera en el que poder dormir.

Porque así, como dicen los argentinos,
me encantás, todo tú,
aunque no seas lugar donde pasar la noche.

Me encantás así
con tu ojo cerrado cuando miras feliz,
aunque no estés
y aunque no sepas.

Me encantás
y hoy creí y ayer también
y hace días que lo llevo pensando,
que ya había conseguido olvidarte.

Pero después he pensado
"¿estarás bien?", y te he buscado y visto
"en línea".

He suspirado por fin,
me he quedado tranquila
siendo una cobarde.

Porque es posible que tú nunca te me acabes,
aunque mi corazón se quede quietecito.

Y aunque no deambules cada día por mi alma,
siempre que una chispa te recuerde
saltarán todos mis plomos.

Y aunque me quede a oscuras,
tú con ese fuego que haces que me brote
de las venas más internas,
me llenarás de luz
aunque nadie lo note.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.