Cuando pasas.

Cuando pasas
mi cuerpo cede, mi pájaro desea
escapar de su jaula y volar a tu encuentro.

Cuando pasas
mi corazón comienza a saltarme en el pecho,
mis ojos emiten ligeros destellos,
mi cabeza se desconcentra.

Cuando pasas
sucede que el mundo se mueve distinto,
cambia su marcha
y parece que explota.

Incluso, cuando pasas, de puntillas
casi sin hacer ruido,
el mundo se da cuenta.

Mis latidos se vuelven locos,
pero ya no me representan.
Ni este cuerpo mío que gira alrededor tuyo
aunque tú no lo sepas.

Porque tuviste la última palabra
entre las manos y no supiste
utilizarla.

Así que, cuando pases,
yo entones me habré ido;
y algún día, tu paso será tapiz de olvido
y no cambiará nada.

Sólo la brisa que generen tus pasos
sobre el suelo infinito,
tan lejos como cerca,
aunque yo ya no esté ahí
para que me hagas tuya.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.