Como Romeo y Julieta.

Te convertiste en insomnio
y me quitaste las ganas de dormir,
para vivirte despierta.

Sigo creyendo que volverás
porque lo nuestro fue una despedida
sin adiós, ni beso.
Fue una despedida, sin más.

Si te digo "ven" es que vengas.
Si te digo "vete" es quédate.

Sólo lo entenderás si me besas
porque te diré todo lo que no sé
explicar con palabras,
todo lo que me callo.

¿Sabes de esas canciones que necesitas
cerrar los ojos y abrir el corazón?

¿No te pasa lo mismo con algunos tipos
de abrazos?
Son abrazos de corazón abierto.
De personas que están lejos pero que
te dejan ir con el corazón abierto,
como si fueras desnuda.

Y en vez de preocuparse por que cojas frío,
acercan sus manos y el calor es infinito.
Y ya no tienes que preocuparte por los
resfriados, sabes que tu corazón
está bien cuidado.

Y el amor, como el calor, es infinito.

Porque el amor si tuviese fin, si fuera
mortal, habría muerto junto a
Romeo y Julieta.

Nosotros tal vez no habríamos existido
o ya estaríamos muertos,
como Romeo y Julieta.

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