Sólo sé escribir triste.

Quiero llorar y me faltan pulmones
para retener aire porque tú ocupas
mucho sitio.

Y bebo agua porque este corazón arrugado
no se hidrata aguantándome las ganas
por culpa de esta soledad.

La soledad de no tener a nadie
para escucharme, abrazarme, quererme.
Nada.

Ni no soy yo, quién.
Si fueses tú, cuándo y dónde.

Siempre escribo triste y siempre escribo sobre ti.
Quizá porque no sé escribir feliz, sólo triste.
Quizá porque sólo así sepa ser.

Y aunque no sea excusa, quizá tú tengas parte de culpa
o quizá la culpa de todo.

Y quizá, o no sé porque todo se tambalea tanto
que no sé nada ya.

Sólo que tú no estás y la vida no está para pedir cosas.
Aún menos personas.

Es que no.

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