Lleva dos noches lloviendo.

Lleva dos noches lloviendo.
No sé si estarás durmiendo en tu cama
o esta noche duermes con otra o con "ella"
o estás deshaciendo el amor.

Permíteme decir que sólo el amor
nos haría a nosotros.
Así que no sé dónde estás y no sé
si quiero saberlo.

No sé de qué color es tu pijama,
ni siquiera cuál es tu color favorito.

No sé si tienes hermanos
y compartís sueños cuando estáis dormidos,
no sé si estás durmiendo ahora, y estás solo,
y tienes frío.

No sé cómo llevas la barba, tampoco si la has afeitado
o si pareces un vikingo. Ni siquiera sé a qué sabe tu boca
ahora mismo, si a menta, fresa o eucalipto.

No sé a qué huele tu cuello, no sé si estás vestido
o duermes desnudo dejando al descubierto tu ombligo.

No sé de qué color son tus ojos ni cuántas guitarras tienes,
ni a qué hora te sonará la alarma mañana
ni en qué piensas cuando abres los ojos.

Ni qué te quita el sueño, ni con qué soñaste anoche
ni con qué lo haces ahora. Y me pregunto si alguna vez
lo has hecho conmigo y no me lo has dicho.

No sé qué te relaja, qué te excita, qué te engancha
y cala como la lluvia de esta madrugada.

No sé en qué piensas, si en mí en algún momento te paras,
y callas, y te muerdes los labios por vergüenza a meter la pata.

Lleva dos noches lloviendo.
Y no tener tu respiración al otro lado de la cama
me produce pesadillas y mi almohada te extraña.

Y no sé por qué no te olvido.
Y no sé por qué no me abrazas.




Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.