El sexo de la risa.

Irene dice que existe,
incluso escribió un libro,
por eso creo que tiene sentido
que todo esto te lo diga
aunque nunca te lo diré.

Te pienso hacer reír
hasta que te duelan las mandíbulas
y al día siguiente al hablar,
del dolor me recuerdes.

Que te duelan tanto que vamos a pensar
que existe el sexo de la risa
y que nosotros hemos sido
todo este tiempo vírgenes.

Te voy a hacer reír,
que bailar ya lo haces solo,
porque aún no me conoces.


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