Nunca nadie.

"Hay cosas que no están hechas para mí
 y cuanto antes lo asimile, 
mejor me irá."

No sé besar. No me han mordido los labios ni he sentido en los míos, los de otra boca durante un tiempo. No me han saboreado el cuello ni me han tocado con los dedos como si me estuvieran leyendo. No me han besado los párpados. No me han hecho polvo y después me han soplado hacia adentro. No me han roto y luego curado con caricias y besos. No me han sentido. Ni yo tampoco lo he hecho.

No he empleado mis cinco sentidos en alguien todo el tiempo. No he querido hasta desear morir. No he mordido hasta volverme caníbal. No me he intoxicado hasta convertirme en inmune. No me he querido extirpar el corazón por escocer, sino por no doler. Por no sentir. Por no servir.

No me han agarrado de las cuerdas vocales ni han querido tirar de ellas para acercarme más a otra boca. No me han abierto ninguna puerta ni tampoco yo he querido entrar por alguna ventana. No he roto ningún cristal y después he llorado ensangrentada.
Nunca he querido marcharme para siempre de alguien y querer volver para aferrarme. Y llamarlo siempre Casa.

Nunca he encajado. Creo que no lo haré nunca.

Nunca he llegado tarde a unos brazos que me esperaban con ganas y que al verme los minutos de espera desaparecieran en besos. He llegado tarde, pero nunca hay nadie.

Nunca nadie.
                                                       

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.