Debería salir / La diana.

Debería salir de esta casa,
también de esta cárcel
que es este cuerpo.
De estos huesos y estos
metros de piel.

Creerme pájaro para
caminar y volar sobre el mar
y el suelo para que el viento
me despeine las ideas,
para después desenredarlas.

Debería salir de esta casa
para deshacerme de los pensamientos
desechables, los sentimientos de trapo.

Pero sé que mi propia mente me sigue
a todas partes, como si estuviese
pegada como un chicle a la suela
de mis zapatos.

Debería salir de este cuerpo
que te sigue viendo tras cerrarse los párpados
como si fuesen persianas
y dejase el interior a oscuras
para que los monstruos regresen.

Pero sé que tu presencia me sigue a todas partes,
viaja por el aire, está en la lluvia y escuece en los ojos
cuando los rayos solares producen destellos
y se reflejan en los cristales.

Debería salir pero sé que mis pasos
me llevarán a tu nombre
porque yo te pienso,
porque estoy condenada a pensarte.

Y por eso no sé si debería salir
porque anoche tus amigos jugaban a los dardos
a mi lado,
y aunque tú no estuvieras no te habría hecho falta
porque diste en el centro de la diana
en cuanto me miraste.


Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.