Hoy no, pero mañana te juro que te muerdo el cuello y te lo lleno de rojo intenso.

Hoy no me pinto los labios.
Hoy no.

No tiene sentido si tú no estás para quitármelo a base de besos,
que a ver, no me dura ni dos segundos contigo. Que me los pinto y
ya estás tú haciéndome cosquillas y caricias. Y joder,
soy tan débil ante ti y me encantas tanto que no puedo
resistirlo.

Si no estás tú para que el carmín rojo se corra por tu cuello,
¿de qué me vale pintarme los labios que no van a besarte?

Hoy no me pinto los labios del rojo que tanto te gusta,
qué digo, te encanta. Te chifla. "Te mueres de amor".

Hoy no me pinto los labios y a causa de esto, estos lloran.
Piden a gritos que vuelvan y yo no me callo.

No te creas que soy la única enamorada de ti.
¿Acaso piensas que mis labios no pueden enamorarse
de los tuyos y necesitarte tanto como yo te necesito
a todas horas?


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