A millones de años luz.

Cuando te conocí no sabías nada del amor y ahora hablas de él como si te hubieran hecho a besos aprenderte el manual; y yo sigo en el mismo lugar de siempre aunque de ti algo más lejos. Empezamos con distancia entre los dedos, haciendo viajes espaciales en cohetes de luces fluorescentes que viajan en el tiempo hacia nuestro encuentro. Acariciamos el firmamento con palabras con nuestros dedos en una pantalla y en el que cada lunar era una estrella. Y a medida que avanzaba el tiempo, nos empezamos a alejar. Quizá por miedo a los truenos quizá por miedo a sentir algo más.

Ahora te veo valiente, seguro y feliz. Tan distinto a cuando estabas aquí... Aunque quizá sólo fuiste un cobarde conmigo y yo te lo permití porque también lo fui.

Me he cansado de acudir a tu planeta porque ya no me recibes con los brazos abiertos, aunque debo admitir que lo miro cada noche a través del telescopio como si me pagaran por ello. Ya ves, siempre quise ser de la NASA y contigo lo siento.

A veces la vida está llena de imposibles y muchos de éstos son personas.
Eres tú.

Y lo cierto es que siento millones de años luz de arena entre nosotros.
Que estamos a millones de años luz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.