Casas y pilares.

"Para vivir hay que sentir. 

Creo que es lo único que

nos puede mantener a

salvo."

Algunas casas están tan en ruinas que lo único

que conservan son los pilares. Son casas vacías

con unos pilares que se han mantenido

en pie. Sin derrumbarse.

De los que aguantarían

tempestades.

Imagino vidas dentro de esas casas vacías.

Imagino abrazos, besos, sonrisas,

lágrimas, ganas de refugiarse

y de salir del

mundo.

Y todas esas paredes que un día

protegieron, que un día refugiaron,

hoy no están.

Únicamente están los pilares

que dejan ver que hace un tiempo

hubo algo que ya no está.

Se han convertido en casas con espacios

vacíos inmensos, abiertas al mundo.

Ya no pertenecen a nada ni a nadie.

Y aunque las abrazaras, no podrías

llenar esos

espacios.

A veces llenar resulta

imposible.

Algunas personas son casas en ruinas

sobre las que sólo los pilares se mantienen.

Y esos pilares son aquellas personas

que te dan el valor de vencer tempestades,

huracanes, ... Aquellas que luchan 

a tu lado frente a todo tipo de catástrofes

naturales y artificiales.

Aquellas que te agarrarían de la mano 

en un tsunami y te mantendrían a salvo

bajo su escudo 

invisible.

Esos pilares son para toda la 

vida.

Os daré un consejo:

Construid bien vuestros pilares 

y no os conforméis con cualquier material.

No todos los materiales resisten de la misma 

forma.

Tal vez sepáis de lo que hablo.
Tal vez hayáis sentido lo mismo que yo
alguna vez que
otra.

Cuando los cimientos comienzan a desprenderse,
te das cuenta de que no todo se viene abajo.
Aprendes a diferenciar los ladrillos
y también los materiales.

Y cuando se mantienen los pilares,
intactos, como si nada hubiese ocurrido;
te das cuenta de algo.
Sabes quiénes son los
importantes.