Esperas sin reloj.

No me digas que te espere porque no llevo reloj,
preferí matar al tiempo para no decirnos nunca
adiós.
No me digas que te espere porque no controlo
el tiempo, y un minuto sin ti puede parecerme
un año entero.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el centro.

Por escuchar tu voz.

Las batallitas.