Hoy no.

Hoy no estaba para mirarte, ni para admirarte,
ni hacerte arte. Hoy no.

Hoy no estaba para ti, tampoco para nadie.
Y no sé cuándo volveré a encontrarte pero hoy no.

Quizá tuviste que romperme para que creciese mejor
como la enfermera que deja en carne viva la herida
para que así cicatrice.

Pero lo cierto es que estoy creciendo torcida
y tropiezo con cada piedra que me encuentro en el camino.
Y no sé si volveré a verte, si el mundo volverá con sus casualidades
y nos reunirá de nuevo.

Hoy sólo sé que
hoy no.

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