Música de ascensores.

¿Escuchas toda esa música?

La-la-la,

are you gonna be my girl?

Maybe someday...

Can you save me?
Maybe you are the one.

Lost and insecure
you found me...

Why'd you have to wait?

There's a light...

La escuchas, ¿verdad?

Viene de ti. Es toda tuya.

When you are near,
music is all around...

Si vamos a continuar así,
bájale el volumen y sube el del mundo,
hazme el favor. No haces más que doler.

Nos encontramos cada mañana en el mismo
ascensor y me cantas mi canción favorita
en mi imaginación, como Summer a Tom.

Pero si abro los ojos mucho, me doy cuenta
de que no me cantas. Ni siquiera me miras
ni afinas el oído para apreciar qué estoy
escuchando. Y tal vez sea tu canción favorita
pero no te importa, porque soy yo.

Y a veces, suenan canciones que me recuerdan
a ti, que hablan de ti como si ya no existieras
y te hubieras marchado,
y hablan de mí como si ya no echara
de menos tus manos sobre mi piel
desnuda, tiritando.

Canciones que hablan del amor en pasado,
del echar de menos en presente y de olvidar
como si se tratara de la asignatura que siempre
nos quedase pendiente, como un futuro imposible.
Siempre lejano.

A veces deseo con todas mis fuerzas que los ascensores
tengan música, porque nos imagino a nosotros
un día cualquiera coincidiendo.

Y de pronto, empieza a sonar nuestra canción
favorita, imagina. Y entonces, 
me miras a los ojos y después a los labios
y yo te devuelvo una sonrisa.

No nos daría tiempo a cantarla porque
nos estaríamos comiendo la boca,
pero en aquel piso, 
en aquella canción,
la vida sería maravillosa.

Tenlo siempre presente.

Por una vida con música en los ascensores,
para que no sólo yo te encuentre
sino que tú seas consciente de lo
imbécil que fuiste
anteriormente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Llenados y vacíos.

A ver cómo te digo.