Pero ninguno de tu boca.

Me preguntas si por tu cumpleaños
podría regalarte un beso,
y después de un año pidiéndomelo
sigo sin saber a qué beso te refieres.

Te diría que ya he escrito sobre eso,
y que no sé si quieres que te bese
en los labios, en la cara o en el cuello;
pero que ya tenemos unos cuantos
pendientes y a ver si le ponemos remedio.

Yo también quiero que me beses
pero no te lo digo porque creo que no quieres
y tan sólo es algo que le dices a todas.

No sé si tienes ganas de verme,
si de verdad quieres ese beso,
porque si por mí fuese
te besaría a todas horas.

Veintiséis besos en la cara
esos tienes por ahora,
por el cuerpo te cabrán
más de doscientos.

Y si te besase lento
tendrías que perdonarme las pausas
porque no me lo estaría creyendo.

Me preguntas si por tu cumpleaños
podría regalarte un beso,
y yo te pregunto si no has recibido
ya demasiados.

Y aunque no me contestas,
todo cambiaría si me dijeras
"pero ninguno de tu boca,
y eso es todo lo que quiero".

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