EL MUNDO NOS NECESITA.

11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Yo estudié ciencias, me interesaban, y me atraía la rama sanitaria. Por eso entré a una carrera de la salud y estudio Nutrición Humana y Dietética. Así que estoy estrechamente unida a la ciencia, los laboratorios, las batas blancas, la investigación.

Estoy segura de que muchas niñas en este mundo no pueden estudiar ciencias porque sus padres no quieren que lo hagan, porque las predisponen a otras profesiones que van a consumir sus ganas, con la idea de que no están hechas para la ciencia y no hay hueco para ellas allí.

A lo largo de la historia, en la gran mayoría de los procesos de investigación, de las creaciones que conducen a premio Nobel, de los descubrimientos, como mínimo ha habido una mujer detrás. Puede que sí o puede que no detrás de unas gafas, durante largas horas pendiente de un microscopio, del cielo, de números y diversos cálculos. Y otras muchas, que escribieron, que pensaron en lo que podrían realizar si pudieran optar a estudiar ciencias, jamás sabremos sus nombres porque fueron enjauladas en sus propios cuerpos y se les impidió brillar y mostrar su potencial al mundo para que brillase con ellas.

A lo largo de la historia, sólo a unas pocas mujeres científicas, talentosas, brillantes en diversos ámbitos, se les ha reconocido su labor. En muchas ha costado mucho tiempo porque se les ha abandonado a vivir bajo la sombra de sus compañeros, sus padres, sus hermanos. Y muchos se apropiaron de sus trabajos.

La sociedad machista y patriarcal les excluyó, tachó e introdujo en el silencio. A algunas les hicieron creer que no valían por el único hecho de ser mujer, como si éso te incapacitase. Y lo siguen haciendo. Y la verdadera discapacidad es creerlo.

Por eso es importante visibilizar que podemos, fomentar en las niñas que necesitamos que sean quienes quieran ser. Que lo importante es eso, que lo encuentren. Porque eso es lo más complicado, descubrir qué te mueve por dentro, qué te llena. Una vez lo encuentren es esencial el apoyo, el refuerzo, que crean que pueden hacerlo.

A todas las mujeres Nobel y a las que nunca conoceremos porque no pudieron identificarse, porque no se les permitió, las admiro. Por brillar con esa luz propia, por destacar en ámbitos tan distintos como la poesía y la astronomía como Enheduanna. Por tener cerebros de oro.

Porque ojalá el mundo hubiese sido menos egoísta, menos cerrado de mente, más valiente y hubiese dejado que ellas iluminasen el mundo con sus conocimientos, en vez de mantenerlas en el silencio y la oscuridad. Enjauladas en sus propios cuerpos y dejando que su potencial se evaporase con el paso del tiempo en profesiones que las consumían, que no les llenaba.

No necesitamos más Marie Curie e Irene Curie, más Gerty Theresa Cori, más María Goeppert, más Dorothy Crowfoot Hodgkin, más Rosalyn Yalow, más Barb. McClintock, más Rita Levi-Montalcini, más Gertrude Belle Elion, más Christiane Nüsslein-Volhard y Linda B. Buck, más Françoise Barré-Sinoussi, Ada E. Yonath, más Elizabeth Blackburn y Carol Greider, más May-Britt Moser, más Youyou Tu y un millón y más de nombres de mujeres que han luchado por encontrar su sitio, por que su nombre se pronuncie, suene y ocupe un hueco en la eternidad.

No necesitamos a más niñas ni a más mujeres que sean lo mismo, necesitamos que SEAN. Que SEAN lo que quieran ser. Si una niña se interesa por la ciencia hay que fomentar su inquietud, apoyarla en todo momento, recordarle que puede. Que necesitamos que sea lo que quiera ser y si quiere ser científica, recordarle que la ciencia la necesita. Si quiere ser matemática, física, ingeniera, investigadora, doctora, enfermera, dietista-nutricionista, psicóloga, bióloga, astrónoma. Pero también, no tan relacionado con la ciencia, hay que fomentar las letras y las artes. Si quiere ser abogada, escritora, profesora, músico, actriz, directora de cine, pintora, poeta, etc. Que sea lo que quiera ser porque el mundo la necesita. El mundo necesita a personas a las que les llene lo que hacen. Así que por favor, a cualquier niña, que no le hagan creer que no cabe. No seáis partidarios de esto, es esencial el reconocimiento y la igualdad. No le hagáis creer que no vale, que no es capaz, que no hay sitio para ella.

Porque por supuesto que puede. Porque LA NECESITAMOS. Las necesitamos. Y ojalá todo lo que pensamos a lo largo del año y se fortifica más el 11 de febrero, se moviese tanto que crease mucho aire; un vendaval tan fuerte o una bocanada de aire tan intensa, que provocase cambios de conciencia, que empezaran a cambiar las cosas. Que las mujeres sean tan reconocidas por sus trabajos como los hombres, que cobren lo mismo que ellos por la misma labor, que nadie las calle, las infravalore, las excluya. No dejemos que nos digan que no podemos. No dejéis que se lo digan a una niña. No dejéis ni hagáis que hagan que lo crean. No.

El mundo necesita PERSONAS, ya sea la ciencia, las letras, el arte... Personas, independientemente de su sexo, personas que sientan lo que hacen. Porque todo está en sus cabezas y el mundo necesita eso para poder avanzar y que lo muevan. Para poder avanzar y ser movido.

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