Te imagino aquí.

Te imagino en todos los momentos de mi vida
aunque no formes parte de ellos,
aunque estés lejos o aunque no existas.

Te imagino dando vueltas a mi lado todo el tiempo,
en círculos concéntricos alargando todas las estaciones
de mi vida.

Tumbados en la cama recorriendo con un dedo
nuestros cuerpos, contando los lunares que aún
no han sido descubiertos.

Algunas noches haríamos de nuestra casa una trinchera.
Veríamos películas, cantaríamos canciones
entre besos, tú te quedarías dormido tocando la guitarra
y aunque mis curvas no fueran tus preferidas,
nos haríamos el amor con la mirada.

Otras noches iríamos a conciertos
en los que el rock fluiría por nuestras venas
y no podría apartar la vista de tus manos,
imaginando que eres tú el que está subido al escenario.

Después iríamos a ver el mar agitado,
las luces verdes lejanas de los barcos solitarios
en la inmensidad del mar revuelto y el viento
despeinaría mi pelo como tú despeinas mi corazón sin preparar
siempre que llegas sin avisar, pillándomelo por sorpresa.

Te imagino aquí porque deberías estar
poniendo patas arriba mi vida,
pero a mi lado.

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