Este mundo de locos.

No sé si he soñado contigo
o te has dado un paseo por mis sueños
sin pretender dejar huella.

Pero llevo dos noches soñando contigo
y despierto con tu mirada fija clavada en mis pupilas
y la piel erizada como si la hubieses rozado.

Y me pregunto por qué no sueñas conmigo
cuando yo sí lo hago, para que me sientas a tu lado
al despertar y el resto del día me eches de menos.

Pero te sueño y no me sueñas
y me muero de dos formas a la vez.

Y también te pienso, todo el maldito rato.

También te pienso porque pensar en ti
me ha traído de vuelta a este mundo de locos
que escriben lo que piensan,
que sueñan lo que escriben.

Que sienten con las manos,
como yo.


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