Me pasa.

Me pasa que quiero hablarte pero no contestas,
y me dejas en "visto" sin verme,
y te marchas y te olvidas.

Me pasa que quiero verte y no sé dónde estás;
que quiero verte y a la vez no quiero
porque de todo a lo que no encuentro explicación,
eres tú lo más inexplicable.

Me pasa que me apetece conocerme
todas tus calles de memoria; sin yo saberme las
de la ciudad en la que vivo. Y que derrumbes
todas las barreras que me impiden ver tu mundo.

Me pasa que tus manos se mueven como arañas
entre mis recuerdos, tejiendo telarañas
en cada recoveco de mi memoria.

Me pasa que creo que conduces todas las motos
que escucho y eres cualquier motorista
y cualquier conductor.

Me pasa que hace un mes que no te veo
y me está pareciendo tres vidas;
que me pregunto si los vasos cobran vida
cuando posas tus labios sobre ellos para beber,
si todo lo que tocas siente el mismo cosquilleo
que provocaron tus manos en mi cintura.

Me pasa que me pregunto si tus ojos cuando duermes
te observan y te admiran hacia adentro y te construyen
los sueños para que no tengas pesadillas.

Me pasa que miro tus fotos porque es lo más cerca
que puedo tenerte y escucho aquella canción que cantaste
y me entran ganas de llorar al mirarte la boca y las mejillas.

Me pasa que no son mis ojos, que eres tú.
Y que me gustaría que cada vez que abriese la boca,
fuese tan sólo para decir tu nombre.

Me pasa todo lo que no me pasa,
pero sobre todo, lo que no te pasa a ti.

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