(Deberías estar aquí).
Deberías haber estado ahí porque si hubieras estado en ese mismo momento, en el que caí de espaldas con los ojos cerrados esperando que aparecieras y me agarraras con tus brazos, habría caído en picado y no me habría roto en mil pedazos. Porque habría caído en picado sobre ti, por lo que tú habrías sido mi cama elástica, mi pista de aterrizaje. Mi paracaídas, mi protección. Deberías haber estado ahí. Te dije que mis manos siempre han sido precipicios y que te podías asomar para ver su profundidad. No te habrías caído, te habría agarrado muy fuerte pero no confiaste en mí. Siempre tuviste la respuesta a todas mis preguntas y aún así jamás las respondiste, dejando que lo hiciera de forma equivocada el Universo. Ahora sé que fuimos vías porque siempre hemos ido en la misma dirección, que tarde o temprano bifurcarían en sentidos opuestos. Y supongo que a cada uno por su lado, nos iría mejor. Pero no, bifurcamos hacia lados opuestos pero yo siempre miré hacia...