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Mostrando entradas de abril, 2015

(Deberías estar aquí).

Deberías haber estado ahí porque si hubieras estado en ese mismo momento, en el que caí de espaldas con los ojos cerrados esperando que aparecieras y me agarraras con tus brazos, habría caído en picado y no me habría roto en mil pedazos. Porque habría caído en picado sobre ti, por lo que tú habrías sido mi cama elástica, mi pista de aterrizaje. Mi paracaídas, mi protección. Deberías haber estado ahí. Te dije que mis manos siempre han sido precipicios y que te podías asomar para ver su profundidad. No te habrías caído, te habría agarrado muy fuerte pero no confiaste en mí. Siempre tuviste la respuesta a todas mis preguntas y aún así jamás las respondiste, dejando que lo hiciera de forma equivocada el Universo. Ahora sé que fuimos vías porque siempre hemos ido en la misma dirección, que tarde o temprano bifurcarían en sentidos opuestos. Y supongo que a cada uno por su lado, nos iría mejor. Pero no, bifurcamos hacia lados opuestos pero yo siempre miré hacia...

¿Quién es él?

Se saben su nombre todos  los poetas y aún así todos me preguntan "¿quién es él?". ¿Quién es él? Todo es él. Él está en todas partes hasta cuando no lo pretende, también mientras sueña y duerme. Es el blanco de los ojos de cualquiera, las manías de los locos, la soga de los cuerdos, la inspiración de los poetas y las manos de cualquier pintor francés.  ¿Quién es él? Es todas las personas que me lo recuerdan; y las que no, también son él.  Sólo que ellos no lo saben, se miran al espejo, se mueven de forma inconsciente sobre el firmamento, respiran, bailan, pestañean, hablan, gesticulan, se ríen. Y aún así, siguen sin saber que todos esos actos involuntarios, que todas esas formas imperfectas, rozando la perfección caótica; nacieron primero en él y después se traspasaron a todos ellos para que él estuviera en todas partes y todo fuera él.

Un lunar ahí, justo ahí.

Siempre has tenido un lunar ahí, justo ahí. Ahí mismo. Un lunar pequeño, tan pequeño que podría meterlo en un bolsillo y pasearlo por todo Madrid, para que todos pudiesen acariciarlo y hacerle cumplidos. Siempre has tenido un lunar ahí, justo ahí, en el centro de tu muslo izquierdo como si fuera el rey del equilibrio. En el centro, como si fuera el Ecuador. Intento rozarlo y siempre que busco tus piernas, lo busco como si fuera un botón. El botón que hiciera que me quisieras, el botón a través del cual pudieras entregarme tu corazón. Siempre has tenido otro lunar ahí, justo ahí. Algo más abajo de tu ojo izquierdo como si estuviera orbitando alrededor. Un lunar a la altura media de tu ojo izquierdo y tu boca; como si quisiera controlar lo que ves y lo que con tus labios tocas. Desconozco la localización del resto de lunares de tu anatomía porque sólo muestras lo que quieres que vean de ti. Pero si los viera todos, que son pocos, te diría que tienes un ...

El café de las citas.

I Madrid sería el mejor lugar para perderme y encontrarte. Madrid seríamos tú y yo con toda la vida por delante. II Hay dos tipos de personas: las que brillan y se iluminan y las que llevan sobre la piel las sombras de las que brillan. ¿De cuál eres tú? III Encontró la manera de que cada arañazo con mis espinas fuera una caricia y que cada caricia fuera una definición de paraíso diferente. IV Tienes el rojo más bonito en tu paleta de colores vitales. El rojo más terciopelo del mundo y yo nunca he tenido el corazón tan rojo. Eso, desde que te conozco a ti. V Lo que el invierno hace con los árboles, yo prometo no hacerlo contigo. Seré tu primavera y haré que flores de distintos colores te crezcan en el corazón. VI Si me quedo estaré yendo demasiado lejos, y yo no quiero estar contigo; sólo irme conmigo, de ti. VII Voy a hacer que me recuerdes y que odies recordarme; y seas tú quien decida poner de por medio la arena de mi mar interno para...

Trágico Cupido.

Cupido se enamoró de una joven serpiente acuática llamada Dánae de cabellos rojizos que bailaba por las venas de su sangre. Dánae era risueña, complicada, perezosa, alocada, de larga y roja melena y labios color rojo carmín. Le encantaba robarle las flechas a Cupido y dispararle en el corazón como si éste fuera una diana. La joven Dánae soñaba con convertirse en una famosa bailarina de París y en ser la musa de los pintores y poetas que potencian su arte sobre el río Senna. Le encantaba reírse de las mejillas sonrojadas de Cupido cuando ella le hablaba, soñaba despierta o tarareraba alguna canción en francés. Cupido se encontraba perdida y locamente enamorado de la joven de cabellos rojizos, pero ella para su desgracia, no creía en el amor. Ni mucho menos en el de Cupido. Éste intentó atravesarla con sus flechas y en vez de enamorarla, la mató. A pesar de apuntar a su corazón, su falsa buena puntería alcanzó la cabeza de la joven y la atravesó. Esta ...

En la estación.

Lo que voy a contarte es que aquella noche tú ponías pegas porque tenías que hacer la maleta y al día siguiente levantarte temprano. Y al final saliste con tu jersey azul cielo y tu camisa blanca por dentro con cada botón abrochado. No te vi salir del portal y por tanto, el olor de tu colonia no me acarició el cuello ni me dio los dos besos que tú no me ibas a dar. Te vi en la calle, en la acera de espaldas a mí. Parecía que te acabaras de vestir porque el pantalón lo llevabas mal puesto, tal vez ya estuvieras vestido de antes y no te dieras cuenta. Tal vez no te importe arreglarte porque como bien me dijiste horas después a los ojos, no pretendes gustar a nadie. Aquella noche estabas contento, el barcelona había perdido y por ti ya podría acabarse el domingo y llegar el lunes, aunque fuera sábado. No recuerdo bien si el barcelona perdió o empató, pero estabas contento y se te notaba en los labios. Preferí perderme en ellos y en el lunar que orbita a su alrededor como un planeta. ...

Que Barcelona te cuide.

Cada vez que nos vemos no tenemos ni principios ni finales, tan sólo historias intermedias. Miradas sin dobles sentidos, ni caricias ni besos ni abrazos, sólo palabras intercaladas entre nuestras lenguas. Te concedería mis manos, de veras, y con ellas todas mis palabras para que no se te hiciera tan largo el trayecto hasta Barcelona. Atraviesas mi mente siendo flecha como si yo fuera el centro de la diana, y te imagino de forma onírica, dormido envuelto en tu pijama. Llegarás cansado, bostezando y aun así con una sonrisa preciosa de oreja a oreja. Con el pelo revuelto, la voz algo ronca y tal vez una camisa de cuadros. He visto tus brazos, y si tus lunares fueran estrellas tu cuerpo sería el Universo. Ojalá pudiera con mi nave espacial descubrir todos tus planetas, crear en ti nuevas constelaciones y ponerle nombre a todas tus galaxias. Llegarás a Barcelona y te quedarás embobado con Gaudí y sus obras arquitectónicas, como yo contigo cuando camina...

Hasta que volvamos a vernos, Jimmy D.

Anoche me recordaste a James Dean, con tu pelo revuelto y algo rizado y tu cazadora negra. Me estabas poniendo el corazón rebelde, pero esta vez con causa, y esta eras tú. Estabas frente a mí, a veces mordiéndote los labios, otras mirando hacia la puerta que quedaba a mi espalda, buscando qué sé yo. Ojalá no te hubiese hecho falta buscar nada, por tenerme a mí delante. Podrías haberte sentado a mi lado pero preferiste ponerte enfrente para que pudiera observarte mejor. Y no sabes cuánto dolía verte y fijarme en cada detalle, estando tan cerca pero a la vez tan lejos y distante. Se te iluminaba la camisa blanca que llevabas por dentro del jersey azul y te olía el aliento a Budweiser porque tus suspiros llegaban a mí con olor. Y para mí, aquello era como pasear por un campo de flores en plena primavera o estar cerca de un bosque cuando llueve. Los labios debían saberte a cerveza y ojalá hubiese podido montar en ellos una revolución. Debe dolerte s...

Música de ascensores.

¿Escuchas toda esa música? La-la-la, are you gonna be my girl? Maybe someday... Can you save me? Maybe you are the one. Lost and insecure you found me... Why'd you have to wait? There's a light... La escuchas, ¿verdad? Viene de ti. Es toda tuya. When you are near, music is all around... Si vamos a continuar así, bájale el volumen y sube el del mundo, hazme el favor. No haces más que doler. Nos encontramos cada mañana en el mismo ascensor y me cantas mi canción favorita en mi imaginación, como Summer a Tom. Pero si abro los ojos mucho, me doy cuenta de que no me cantas. Ni siquiera me miras ni afinas el oído para apreciar qué estoy escuchando. Y tal vez sea tu canción favorita pero no te importa, porque soy yo. Y a veces, suenan canciones que me recuerdan a ti, que hablan de ti como si ya no existieras y te hubieras marchado, y hablan de mí como si ya no echara de menos tus manos sobre mi piel ...

Y sin embargo te quiero.

"A veces la tristeza ocupa tanto espacio que la felicidad no cabe dentro de mí." Tal vez la mala suerte fueras tú con esos ojos de gato negro azabache. Fuiste fugaz como una estrella. Fuiste y te fuiste,  sin concederme el deseo. Sin embargo te entiendo... Y sin embargo te espero, observando el cielo estrellado por si te encuentro. El daño principal es que te has vuelto inamovible, y sin embargo te mueves dentro de mí. A veces me preguntan cómo me hice cierta cicatriz,  yo me pregunto por qué le puse tu nombre. Y es que después de todos los rotos en casi todo lo que me haces daño, me curas.  Y sin embargo te quiero.

Sin plan de aterrizaje.

"Soy fiel espectadora a mis batallas cabeza-corazón.  El último siempre se acaba llevando la peor parte,  como yo aquel día que deseé con todas mis fuerzas que desembarcaras en mi ombligo con tu barco pirata y al final, ni siquiera del naufragio  me salvaste."  Vi tu nombre escrito en las estrellas, dejaste una letra en cada una de ellas, fuiste mi astronauta sin saber quién eras. Sabía que estaba predestinada a encontrarte. Fue bonito hacerlo, pero estás atravesándome por dentro y mis murallas son de acero oxidable. No todos estamos hechos para que nos atraviesen, y mucho menos para aguantar con una sonrisa el dolor. Lo bonito puede llegar a doler en todo el corazón. Y las despedidas, nuestras despedidas, ya no rompen tanto como una conversación sin tu búsqueda previa que acaba sin respuesta, sin adiós. Si no aterrizamos hoy, te juro que volaremos por los aires. Siempre juntos, nunca nuestros, siempre sin plan de ate...

Siempre a punto.

"No quiero oír hablar del mar si no se refieren al de tus ojos. No te quiero ver en mis ojos más, si tú prefieres reflejarte en otros." Siempre estás a punto, como ese momento en el que dejas el vaso medio vacío sobre la mesa, alguien aparece y lo llena hasta arriba. Siempre a punto llenándome el corazón cuando se me está acabando el amor y se me están consumiendo las ganas. Siempre apuntas y disparas al vacío, y me asustas para que pierda el equilibrio. Siempre estás a punto para que no me caiga. Siempre a punto, sólo tú. Convertiste los roces en cuchillos, los besos en balas, las caricias en arañazos y los abrazos en jaulas. Siempre apunto y nunca aprietas el gatillo. Nunca me disparas. Siempre a punto, pero algún día te prometo que te quedarás sin balas.

Deja de hurgar en mi corazón que te vas a acabar encontrando...

- Cortar esta mala racha con tus tijeras de buena suerte, como las malas hierbas para dejar espacio a las que florecen. - Cuesta más retener que soltar, así que, ¿por qué no me sueltas y me dejas en el aire? Se me agota el tiempo que me pediste y después rechazaste. Se me agota y se me pierde entre las manos. No sé quién soy, sólo sé quien quise ser se marchó para no querer romper lo que un día fue y dejó de ser por ti. Me dejó aquí tirada en el no-ser existiendo, mientras tú hurgas en mi corazón y das capuzones en mi mar interno. Pero no quieres nadar en mí y hurgas sólo para hacerme daño... Déjalo ya o te vas a acabar encontrando...