A veces ocurre, que se te escapan las manos hacia alguien que no lo merece, y lo compensas escribiendo sobre recuerdos e ilusiones que nunca verán la luz. Y te agarras las manos como puedes para que éstas no se escapen, como animales en celo que llevan el descontrol en sus carnes. Y por mucho que lo intentas, que pretendes manejar la situación, crear planes, trazar la claridad y comprenderla, ignorar que eres humana, un saco de ganas y el corazón te late, a pesar de ello, porque además reconoces porque sabes que mereces distanciarte de todo aquello que te duele, que te parte, que te asfixia y te encoge; y porque sabes que mereces aproximarte a lo que te hace burbujitas en el pecho, a pesar de ello, a veces ocurre, que por más que te niegues llega un momento exacto del día, un segundo en la noche, en que todo lo anterior que había sido organizado, todos los esquemas trazados aunque parecían claros, por un momento, un segundo, ya no lo parecen. Por un ...
Si quieres, subimos a casa y salvamos el mundo y nos decimos lo importante sin hablar. ... Si hubiera vuelto pronto te arrepentirías, si hubieras vuelto yo me habría querido marchar.
Se acaba. Se acaba el verano, como también se acaba la vida cuando la muerte viene a poner fin. Como se acaba el invierno, como las noches en vela, la colorida primavera o las tardes de abril. Se acaba, como todo, como tú un día en mí. Como tus manos por mi cuerpo trepando como raíces que no se quieren ir. Como tu piel envolviéndome, haciéndome regalo que quiere ser abierto por los ojos de un niño feliz. Se acaba, como cada domingo entre tus pestañas, cada noviembre sin volver a verte y como cada canción que hace que me acuerde de ti. Se acaba como los besos que nunca nos dimos, los te quieros que no nos dijimos y las películas que lloré por ti. Se acaba como la paciencia, como el amor y la tristeza. Como la juventud. Como también los recuerdos en un enfermo de Alzhéimer, como la batería de un móvil que espera una llamada que no llega, que no suena, que no aparece por la puerta. Se acaba como la tinta de una máquina de escribir cuando el artista no puede dejar...
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