Por imposible jamás.

¿Recuerdas aquella canción?
Seguro que la recuerdas, hace mucho que no suena
y desde aquel instante nosotros ya no somos dos.

¿Sabes qué es lo que cuentan? 
Que hay piratas en tu pecho cada noche y que sus
carabelas se han hundido en el fondo de tus ojos,
en el mar que fluye por tus venas.

Cuentan que te huele el corazón a mar,
los dedos a salitre y que cada noche hay naufragios
en la orilla de tus labios.

El faro está alumbrando el camino de vuelta 
a los marineros, la noche estrellada se ve desde la
ventanilla del autobús y en la radio suena una de esas
canciones en las que tú estás dentro.

Se me forma un nudo en el corazón y  nubes
en la vista al recordar mis pies en tu salpicadero,
tus manos en mis piernas y tu nariz en mi cuello.

Todo lo que nos unió, hoy se está dejando las garras
por seguir manteniéndonos cerca, porque nos agarra
y tira de nosotros. Yo también tiro, pero tiro por los dos.

Nos dijimos tantas veces adiós que el adiós perdió todo
el significado de hasta nunca. Se convirtió en un hasta verte,
hasta que volvamos a cruzarnos...


Intenté de todas las maneras avanzar sin ti, pero tu
hormigón siempre se me pega a la suela del zapato.

Irremediablemente tu nombre aparece en todas partes,
y si no, me lo recuerdan. Estoy destinada a no olvidarte.
Me he inventado la manera cuando no la he encontrado,
pero todo intento ha sido en vano.

Pierdo el equilibrio con tu baile de pestañas, tiemblo
si me miras una vez más. Pierdo el rumbo si cruzamos
y chocamos, me derrumbo si das un paso al frente,
aunque sólo sea en falso.

No haces que todo esté bien, pero al menos haces que
aparezca el arco iris y me pille tiritando bajo esta lluvia
de madrugada. 

Contigo el corazón me baila, me da vuelcos
y pega saltos preparándose para ir a por
ti.

Te salvaría si te convirtieras en tus demonios,
te salvaría en todos los sentidos en los que pudiera
salvarte. Y si no, los inventaría
en mil puñados de besos y abrazos, 
todos para ti.



Ojalá se me diera bien bailar. Podría ser tu huracán para así
arrastrarte conmigo allá donde yo fuera.

Ojalá pudiera volverte a conocer. Borrar todos los errores
cometidos, volver a encontrarnos, estar unidos. Bien.

Ya no me dices ven, pero yo aún sigo dejándolo todo.
Echo a correr y acabo corriendo en círculos, desconociendo
el porqué, imaginando que apareces hablando de querer 
convertir el pasado en presente.

Echo a correr hacia donde te encuentres...


Sigo buscándote aún sin saber quién eres, porque sé
que si me cruzo contigo, mi corazón comenzará
a latir más fuerte. 

Sigo corriendo y tropezándome con los adoquines
de las aceras, y ahora sé que sólo eres alguien a quien yo
solía conocer.


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