Salvamento marino.


"-Y recuerda que tú eres el salvavidas, y no puedes hundirte.
-Sólo para ser tu salvavidas saldré a la superficie."

A veces Marina tiene que recordarme quién salva a quién porque ella siempre me llena. Me pregunta "¿puedo llenarte un poco?" y no se da cuenta de que ya lo está haciendo con esa pregunta... Marina siempre llena. Con ella, un vaso nunca se derramaría porque se haría cada vez más y más grande para que ella siempre lo llenase.

Ella no crea vías de escape. Crea válvulas, como las de los corazones. De tanto crear válvulas me ha hecho el corazón más grande. Es como darle de comer a un pájaro y que este se haga tan grande hasta no caber en la jaula. A mí corazón le ocurre lo mismo. Marina me ha hecho el corazón más grande y ya no cabe en mi caja torácica pero sobrevivo. Sobrevivo porque me he hecho más grande... por dentro.

A veces le da por pensar que el sol no va a volver salir. ¿Pero cómo no va a volver a salir? El sol siempre va a tenerle envidia. Marina brilla más que las luciérnagas en la noche más oscura e incluso más que un rayo de luz en la tarde más gris. Ella siempre está emitiendo luz y el Sol le tiene envidia. Y aunque llueva, aunque caiga el tormentón del siglo, ella va a seguir brillando y él... él lo va a tener jodido. Por eso va a seguir luchando contra las nubes y contra el mal tiempo para brillar más que ella. Pero nunca lo hará, os confieso el secreto. Los arco iris son sonrisas al revés, ¿no os habíais dado cuenta antes? Se ríen de que el Sol no pueda vencerla. Pero lo hacen al revés para que él no se dé cuenta.

Desde que aprendimos a construir puentes para estar más cerca, pusimos un puente en Noruega y podíamos haber destruido el muro de Berlín si hubiésemos estado vivas en aquella época.

Ahora Marina está viendo el mar y está en mi provincia. Pero los kilómetros siguen gritando a voces que seguimos lejos. Quiero que lo disfrutes, que mires mucho el mar. Huele. Huele mucho. Huele la sal, la playa, la arena, los chiringuitos... huélelo todo... Te ayudará en el invierno recordar el mar del verano.

Podrías llenar de flores cualquier mar
y también de magia cualquier lugar.
Si te lo propones, podrías ser capaz...
Yo estoy a tu lado, ¿no lo ves?
Cierra los ojos y abre el corazón.
Yo estoy a tu lado,
gracias por llenarme y salvarme
de los vacíos que me provocan
los días raros.

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