La cura.

Esta noche no estás y
sólo sé que te echo de menos.

Hay un dolor dentro de mí
entre las costillas y el vientre,
desfilando algunas veces por mi abdomen.

A veces aparenta desaparecer
hasta que se intensifica,
y yo tan sólo quiero estar envuelta
por tu manto de caricias con el que me cubres
algunas noches.

Cierro los ojos y te recuerdo,
intentando no quererte
como te estoy queriendo ya.

Cierro los ojos y viajo a tus labios,
que siempre recorren con el amor del
mundo mi ombligo, mi tripa,
e imagino que me curas a distancia
con besos invisibles.



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